El jardín botánico de Río de Janeiro, es una de las mayores colecciones de plantas del mundo, con más de 150 hectáreas es una autentica joya natural, donde se pueden observar más de 6000 especies de flora brasileña y extranjera.
Esta colección de plantas, combinado con su clima tropical, los monumentos históricos que están integrados en el jardín, y con sus maravillosas vistas al Cristo Redentor y a la selva de Tijuca, convierten a este jardín botánico de Río de Janeiro, en uno de los grandes a nivel mundial.
Debido al clima tropical de Río de Janeiro, el jardín botánico es recomendable visitarlo cualquier época del año, ya que no hay estaciones marcadas, y casi cualquier especie puede estar en floración en diferentes estaciones.
Hay infinidad de especies que son muy difíciles de encontrar en otros jardines botánicos y algunas de ellas en peligro de extinción.
Tiene diferentes invernaderos, con grandes colecciones de bromelias y plantas carnívoras entre otras.
Entre sus instalaciones se encuentra el Museu do Meio Ambiente, el primero de América Latina exclusivamente dedicado al tema ambiental. Su objetivo es la conservación de la biodiversidad..
También hay laboratorios donde realizan investigaciones sobre algas, biología molecular de las plantas, semillas y, especialmente, la conservación de la Mata Atlántica, uno de los ecosistemas más importantes del mundo, que en los últimos años ha perdido mucha extensión y está gravemente amenazado.
En muchas zonas del recorrido son espectaculares las vistas hacia la selva de tijuca y las montañas, junto con el Cristo Redentor. En todo momento, se te olvida que estas estas en una caótica gran ciudad.
En muchas zonas del jardín tienes la sensación de estar en la jungla, hay un gran número de especies que tienen raíces aéreas y producen lianas, y una gran cantidad de plantas parásitas colgantes.
El agua como en la mayoría de los grandes jardines, es un elemento principal que se puede observar en todas las zonas, ya sea por canales de riego, o por los diferentes estanques que hay en el jardín.
Hay que dedicarle todo un día para poder observarlo y aun así nos dejaremos partes por visitar.
En el jardín destaca la flora de las selvas brasileñas, junto con especies de zonas tropicales de todo el mundo.
Si visitas Río de Janeiro y eres un amante de las plantas o la fotografía, no puedes dejar de visitar este Jardín Botánico. La entrada en 2015 costaba poco más de 2 euros, 9 reales y realmente vale la pena dedicarle un día.
Una de las especies que vimos paseando por estos jardines fue la Passiflora. Existen muchas variedades, pero la que nos enamoró y plantamos en casa fue la de flor blanca, Passiflora Caerulea Constance Elliot.
Si te apetece verla y saber más de ellas, mira este video y muchos más que tenemos en nuestro canal.